Degeneración macular relacionada a la edad
Es una enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo, sobre todo a mayores de 60 años, y en su mayoría mujeres. Como lo dice su nombre, afecta la mácula, zona central de la retina y cuya relevancia recae en que es la parte de la retina que tiene mayor capacidad para recibir y procesar imágenes; es decir, si hay un deterioro macular puede comprometer la visión central y dificultar actividades como leer, conducir automóvil, ver rostros, entre otros muchos ejemplos.
Existen dos variantes de la enfermedad: seca y húmeda.
La variedad seca es la más común, inicia con aparición de depósitos amarillentos debajo de la retina llamados drusas; tiene una progresión lenta que evoluciona hasta producir atrofia, que es la pérdida celular central y lo cual finalmente conduce a una visión muy pobre.
La degeneración macular tipo húmeda se caracteriza por la formación de tejido con vasos sanguíneos debajo de la retina, que puede provocar acumulación de líquido o sangre, estos cúmulos alteran la arquitectura de la retina y pueden dejar una cicatriz que causará pérdida visual central irreversible, sobre todo si no es tratado correctamente y de manera oportuna.
Causas
La degeneración macular es de origen multifactorial, es decir que es una mezcla de elementos: ambientales, hereditarios, genéticos e inflamatorios. La investigación y tecnología han avanzado al punto de encontrar los genes que están relacionados con el desarrollo de la enfermedad, por lo que esperaremos que en el futuro se puedan llevar a cabo terapias génicas, que consisten en modificar los genes en las células de la retina para que produzcan determinadas moléculas y así cambiar el curso de la enfermedad.
Factores de riesgo
- Edad avanzada
- Pigmentación ligera de la piel (piel clara)
- Tabaquismo
- Sexo femenino
- Enfermedades cardiovasculares: hipertensión arterial, cardiopatías
- Lípidos altos en sangre
- Hipermetropía
- Antecedente familiar de la enfermedad